En la actualidad, surge un gran dilema al que se enfrentan muchas empresas, donde la preparación y la resistencia son los rasgos más importantes para sobrevivir. Afrontamos un momento en el que se pone a prueba nuestras habilidades directivas y de liderazgo como: Gestión del cambio, Inteligencia Emocional, formación y desarrollo de equipos de alto rendimiento, comunicación efectiva y asertiva, Líder Coach, gestión efectiva del tiempo, pensamiento sistémico, entre otros; y aunque no formemos parte de la primera línea de lucha, siempre surgen preguntas como: ¿Qué pasará más adelante? ¿Cómo puedo cambiar el enfoque de mi empresa? ¿Y si esta crisis solo es pasajera?, y muchos otros cuestionamientos que dejan en la incertidumbre sobre todo a los micro, pequeños y medianos empresarios.

Posiblemente, hemos estado inmersos a muchos cambios a los que no hemos tomado importancia. Sin ir tan lejos, debemos reconocer que no es el primer cambio que se ha suscitado en la historia; desde hace muchos siglos, encontramos la forma de adaptarnos adquiriendo y desarrollando nuevas habilidades y competencias.

Sin embargo, tenemos otra oportunidad de restructurar nuestras ideas, tal como lo dijo Charles Darwin en su teoría de la “Evolución de las Especies”: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.

Es evidente, que las empresas que se han adaptado mejor a la era digital y que han manejado eficientemente la gestión empresarial, no están teniendo inconvenientes al enfrentarse a la pandemia (COVID – 19). Debemos reconocer, que centrarnos en el crecimiento a corto plazo y el PBI no es del todo correcto, en su lugar, debemos centrarnos en el bienestar de nuestros colaboradores para generar en la empresa una Cultura Organizacional de alto rendimiento.

Las empresas tienden a afrontar cambios, haciendo un trabajo operativo, cuando deberían hacer un trabajo adaptativo, sin saberlo la mayoría de las veces. Toda empresa debe basarse en su propósito, estrategia, estructura, cultura y Talento Humano, estas dimensiones son el cuerpo humano de la organización, sin una de ellas, la empresa no funciona. (Juan Carlos Eichholz).

En este post, compartiré alguna información basada en la regla de oro de Charles Darwin llevada al entorno empresarial en la era digital, teniendo como base a la formación empresarial y la resiliencia.

Para empezar, debemos conocer los conceptos de estas dos palabras: Formación Empresarial y Resiliencia.

• La formación empresarial, hace referencia a un conjunto de acciones destinadas a maximizar el potencial de los colaboradores y llevando su rendimiento al máximo.
• La resiliencia por su parte, es la capacidad de adaptación de un ser vivo, frente a un agente perturbador, estado y/o situación adversa (RAE).

Antes de tomar decisiones aceleradas, debemos hacernos la pregunta ¿Qué hacer con mis colaboradores?, ya que a un futuro no muy lejano, es posible que las máquinas los desplacen, generando desaciertos en su trabajo, preocupación y frustración, lo que a la par genera reducción en la productividad.

Grandes empresarios y jefes como Kate Bravery, socio y jefe de soluciones de asesoramiento e información de Mercer, menciona que los sectores difíciles de digitalizar y que dependen de las personas son los menos resilientes.

De acuerdo a lo mencionado, puedo decir que la formación y desarrollo empresarial es fundamental para entrar al campo de la resiliencia, pero ¿Cómo me formo para superar esta crisis? ¿Cómo ser más resiliente?

Antes que nada, hagamos una breve evaluación a la actividad de los colaboradores, identifiquemos qué tanto saben de digitalización y qué otras habilidades y competencias presentan que pueden ayudar a la organización a crecer, en especial las habilidades humanas “Soft Skill”, esto ayudará a tener una visión clara hacia dónde y cómo quiero llegar.

Han surgido algunos elementos fundamentales para tener una eficaz formación y desarrollo empresarial en el entorno digital, el primero, las buenas prácticas de trabajo digital, si bien es cierto, las organizaciones que no cuentan con un trabajo sistematizado, se les es muy difícil llevar a cabo sus actividades por la falta de acceso a la información y a los recursos de la empresa, pero si no existe una buena gestión del cambio y teniendo equipos de alto rendimiento, los resultados serán mucho más deficientes, es así, que dándoles el acompañamiento necesario y generando confianza en los colaboradores, se desarrollará  el Engagement (compromiso) o involucramiento que todo empresario requiere y necesita para lograr las metas y objetivos trazados en la empresa.

En segundo lugar, debemos tener en cuenta que un trabajo flexible en la era digital genera buenos resultados, el trabajo presencial es muy diferente al trabajo desde casa (tele trabajo o trabajo a distancia), pues aquí no hay horarios y los colaboradores no se deben sentir necesariamente presionados, el trabajo a distancia exige que el Líder cuente con diferente competencias a las del trabajo estándar, una buena comunicación efectiva enlazada a la inteligencia emocional para lograr confianza en la fiabilidad, en la capacidad y la motivación de los colaboradores; dos de cada cinco empresas incluidas en el estudio de Tendencias Globales de Talento de Mercer, afirman que se requiere más confianza entre la organización y sus colaboradores para que el trabajo flexible funcione.

Por último, la capacidad de respuestas ágiles, donde se debe desarrollar un diseño ágil de organización teniendo como base una cultura organizacional eficiente y de alto rendimiento, esto incluye que los colaboradores se sientan identificados con la empresa dentro de la coyuntura. La creatividad, el espíritu empresarial y la innovación serán habilidades cruciales para que los empresarios y emprendedores se reinventen después de la pandemia, generando así el cambio deseado por los colaboradores.

El desafío de toda empresa en la actualidad será mantener su estructura organizacional y su capacidad de resiliencia ante futuros cambios, podemos decir que la resiliencia también dependerá del sector empresarial, pero una buena preparación ante los cambios hará que las empresas se adapten, crezca y sean sostenibles en el tiempo.

Mi opinión

La gestión empresarial, ayuda a que una empresa sea más inteligente para reinventarse y a encontrar oportunidades de mejora para una transformación, pues no solo las empresas se reinventan, también lo hacen los consumidores, tengamos claro que tanto empresa como consumidor cambiarán el estilo de vida.

Una buena capacidad resiliente, nos planteará automáticamente nuevas oportunidades de mercado, encontraremos a nuevos clientes y/o consumidores que se han sumado al cambio y que necesitan de nosotros para cubrir con sus necesidades actuales.

Para que las empresas sobrevivan a las crisis, crezcan y sean sostenibles en el tiempo, los empresarios, emprendedores, gerentes, directores, profesionales ejecutivos y funcionarios, deben formarse para desarrollar Habilidades Directivas y de Liderazgo, información que desarrollaré en mi siguiente post.