El estudio The Conference Board CEO Challenge (2016) demuestra que atraer y retener al mejor Talento y desarrollar la siguiente generación de líderes son las dos preocupaciones máximas de los CEOs globales. Queda claro que el Capital Humano se valora como una de las mayores aportaciones al rendimiento y crecimiento sostenidos de una empresa.
Bajo el enfoque del Coaching, puedo mencionar que es el facilitador del alto rendimiento y la cultura de Coaching crea las condiciones para el mismo, siendo este una primera chispa para indicar que el cambio cultural debe estar orientado al rendimiento.
Muchas empresas a nivel global, se han dado cuenta que si quieren que la mejora del rendimiento sea real, sus líderes deben adoptar varios estilos de liderazgo, tal como lo mencioné en el post “Liderazgo que da resultados en las empresas”; sin embargo, también es muy importante desarrollar el estilo de liderazgo basado en el Coaching a través de una cultura transformadora.
La curva de Rendimiento
“La cultura se come a la estrategia para desayunar” (Peter Drucker). The Conference Board CEO Challenge también confirma que “A lo largo de todo el espectro” El ADN cultural de una organización es clave para el éxito, desde la eficiencia operativa a una mejor atención al cliente, a una mayor captación y retención del talento, a niveles más elevados de rendimiento económico y a avances en la innovación”.
Los líderes son los que más influyen en la cultura de la organización y el estilo de Liderazgo impacta en el Clima Laboral hasta en un 70% y en los resultados hasta el 30% (Escuela de Negocios de Harvard en 20 años de estudio).
La curva del rendimiento está basada en la teoría motivacional de Maslow, en los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey y en la ecuación del Juego Interior de Gallwey. La curva del rendimiento estudia la madurez de la conducta de una organización, no la madurez de los sistemas de gestión.
La curva del rendimiento es una herramienta útil para los Coaches, porque les permite explorar la cultura y la actitud prevalentes junto a sus Coachees (Clientes), y para los líderes porque les permite explorar su propia cultura. Una vez que son conscientes de su actitud actual y de la relación directa que existe entre la actitud y el rendimiento, pueden elegir cambiar.

Cultura Interdependiente

A continuación vamos a analizar solo la cultura interdependiente que es el objetivo de una cultura de alto rendimiento:

La confianza, el compromiso y la colaboración son los pilares que más fallan en la gestión empresarial, según la pirámide de los niveles neurológicos de Robert Dilts, solo el 7% es consciente (Comportamientos) y el 93% es inconsciente (Confianza, compromiso, colaboración, viejas creencias, etc). El Coaching desarrolla la parte inconsciente logrando generar conciencia para luego diseñar acciones, planificar y definir objetivos y finalmente gestionar el progreso y la responsabilidad (tres últimas competencias de la International Coach Federation – ICF). Como se dice, lo que no puede medirse no puede gestionarse.

En una cultura interdependiente, los equipos se auto gestionan, la conciencia y responsabilidad personal y colectiva son elevadas, los equipos están muy comprometidos con el alto rendimiento y creen que solo pueden conseguirlo entre todos, los colaboradores muestran niveles elevados de confianza, compromiso y colaboración. Se desarrolla la comunicación efectiva y feedback honestos y continuados, tienen una mentalidad de potencial colectivo. Los factores de alineación son la visión (abarca a las personas, beneficios y al planeta), el sentido, el propósito y la dirección comunes.

El estilo de liderazgo es de cooperación y apoyo, de transformación colectiva y colaborativa. El líder asume una función de apoyo/servicio, crea una cultura de Coaching e inspira a equipos de alto rendimiento que se auto gestionan, con un énfasis en el bien común. El líder inspira y fomenta un trabajo en equipo y un compromiso extraordinario. El espíritu comunitario impregna la organización en el contexto de ponerse al servicio de un propósito más elevado.

Conclusiones

Una mentalidad interdependiente equivale a una mentalidad de alto rendimiento, el estilo de liderazgo basado en el Coaching facilita una cultura de alto rendimiento, porque cambia la mentalidad de la organización hacia la interdependencia.

En cuanto se pasa de la independencia a la interdependencia en cualquier capacidad, se adopta un papel de liderazgo (Ya sea un gerente de una empresa como un colaborador del área operativa).

Invito a los líderes a que se desarrollen y a que adquieran la capacidad de dirigir organizaciones interdependientes en que las personas puedan crecer y desplegar su potencial.

La ventaja única del Coaching y del Desarrollo Organizacional es que las organizaciones faciliten una cultura interdependiente para que todos y cada uno de sus colaboradores accedan al potencial y transformen la relación entre empleado y empresa.

Hay una pregunta que quedaría por resolver ¿Por qué todas las organizaciones no evalúan activamente su cultura?, puede haber una o una infinidad de respuestas, lo único creo es que en el futuro, todas las organizaciones evaluarán su cultura y adoptarán una actitud proactiva hacia ella.